El móvil, las gafas de sol, la documentación, las llaves de casa y llaves del coche… llevamos de todo en los bolsillos cada vez que salimos de casa, sin contar el caso de los fumadores en los que habría que sumar el paquete de tabaco y el mechero.
Resulta de lo más común llegar, por ejemplo, a la barra del bar y ver cómo ésta, se encuentra llena de todo eso que llevamos encima. Principalmente en el caso de los hombres, puesto que las mujeres lo llevan todo metido en el bolso. Aún así, no se libran tampoco de perder toda clase de cosas en alguna ocasión. Algo que no supondría ningún problema hasta que aquello extraviado son, entre otras muchas cosas, las llaves del coche.
Al parecer, hay estudios que afirman que en torno a 11.000 españoles pierdes las llaves del coche cada año. ¡11.000! Son muchas llaves perdidas que si pasamos a euros, con una cantidad media de 200 por español, estamos hablando de 2.200.000 millones. Un auténtico dineral que se gastan todos los años en llaves. Y todo culpa generalmente de despistes.
Hemos usado esa cifra, los 200 euros, porque supone una media aproximada de lo que cuestan actualmente las llaves de un coche moderno. Debemos tener en cuenta que las llaves de ahora no son un trozo de metal con una cubierta de plástico, ni de lejos. Las llaves actuales van más allá. Son un elemento súper importante que ‘habla’ con el coche, que memoriza ajustes personalizados para diferentes conductores e incluso puede llegar a gestionar el flujo de combustible que pasa por la bomba de gasolina.
Las llaves de los coches modernos, que las llamamos llaves por costumbre cuando en ocasiones, no lo son (¿has visto las llaves de Renault? ¿y las llaves de BMW?). Esconden en su interior un chip electrónico, el conocido transpondedor, que no es precisamente barato. Esto convierte la pérdida de la llave en un escollo económico desagradable; por si perder las llaves del coche no era suficiente…
¿Qué hacer si perdemos las llaves del coche? Pues a parte de ir preparando un dineral por si acaso (recuerda, una media de 200 euros), lo primero debería ser llamar al seguro, informar de lo ocurrido y que nos ofrezcan soluciones. Las aseguradoras no se hacen cargo del coche del duplicado, pero si nuestra póliza tiene asistencia en carretera, nos darán unas instrucciones a seguir y enviaran una grúa para llevar el coche a un lugar protegido.
Todos los coches se entregan, por lo general, con dos juegos de llaves. Así que el siguiente paso es recoger la segunda llaves y volver a por el coche. El caso es que al menos la mitad de los conductores no saben dónde está esa segunda llave. Por lo tanto, lo mejor si te ves en esta situación es llamar al servicio de atención al cliente de la marca, que con suerte, nos ayudarán a conseguir ese segundo juego. Algunos seguros incluyen un servicio para estos casos, así que no estaría de más consultar.
Si queremos obtener un duplicado, deberemos acudir a un concesionario de la marca, donde tendremos que acreditar la propiedad del vehículo con los documentos necesarios. Podemos acudir también a cerrajerías y ferreterías, pues muchas ofrecen duplicados de llaves de coches, aunque no podrán hacer copias de todas las llaves. Existen llaves que no se pueden copiar.
Interesante sería tener una copia de los papeles del coche fuera del mismo. Además, la marca entrega junto con la documentación, el código de la llave. Usando ese código el duplicado sale más barato y es más rápido. Los precios nos podrían salir desde 30 euros y la tendríamos incluso en el mismo día.
Para terminar, si en lugar de perder la llave nos la hemos dejado dentro, nunca, pero nunca, romper el cristal o forzar la cerradura. Puede ser peor el remedio que la enfermedad. El seguro ofrece soluciones para estos casos, igual que muchos talleres. Lo mejor es llamar e informarse.