Todos hemos oído hablar de los seguros con franquicia pero sigue habiendo dudas al respecto. Son seguros a todo riesgo, son más baratos, pero conllevan una serie de cosas que se den conocer.
Lo primero es saber en qué consiste la franquicia del seguro, siendo algo realmente sencillo: es una cantidad que debe asumir el tomador del seguro cuando sucede un siniestro. Es decir, si nuestro seguro tiene una franquicia de, por ejemplo, 100 euros, quiere decir que quien firma el seguro se hace responsable de pagar los 100 primeros euros de todas las reparaciones.
Por tanto, si sufrimos un siniestro que implica una reparación de 2.000 euros, el titular del seguro tendrá que pagar 100 euros mientras que el resto corre a cargo de la aseguradora. Por el contrario, si la reparación es de 100 euros o menos, será el tomador del seguro quien tendrá que cubrirlo.
La franquicia es la forma que las compañías de seguros han encontrado para lograr un equilibrio entre reducir el riesgo de siniestro y el interés de los asegurados en pagar lo menos posible por la prima del seguro.
Sabiendo esto, es evidente que cuanto mayor sea la cuantía de la franquicia, mayor será el descuento que se aplicará a la cuota del seguro. Pero también hay que tener en cuenta, que mayor será la cifra que correrá a cargo del titular de la póliza en caso de necesitar los servicios del seguro.
Tener franquicia en el seguro no supone perder ningún tipo de prestación o cobertura y cubriría todos los daños ocasionados a terceros. La franquicia sólo afecta en caso de querer reparar los daños sufridos por el vehículo asegurado cuando ha sido el culpable del siniestro o cuando se da un parte sin un tercero.
Resumiendo. La franquicia es una fórmula que permite a las aseguradoras ofrecer buenos precios en los seguros, al mismo tiempo que evita que se hagan cargo de la totalidad de los gastos en reparación ocasionados al vehículo asegurado, cuando este es el responsable del siniestro.