Es fácil de detectar si los limpiaparabrisas necesitan un cambio y lo mejor de todo es que no se necesita acudir al taller para ello. Los indicativos para saber si las escobillas se han estropeado son igual de sencillos.
- Cuando ponemos los limpiaparabrisas en marcha y ciertas zonas se quedan intactas, con agua o suciedad, se debe a que las escobillas no se deterioran por igual en toda su superficie y es posible que ciertas zonas hayan perdido sus propiedades. Es un caso de lo más común.
- Si la escobilla vibra y deja pequeñas líneas de agua o suciedad es porque las gomas han empezado a deteriorarse y ya no tienen la flexibilidad de antes, teniendo problemas para retirar el agua de la superficie del cristal.
- Si el caucho se ha endurecido y ha perdido por completo su flexibilidad, la escobilla no desliza sobre el cristal y da como saltos, produciendo mucho ruido y dejando marcas allí donde se despega del cristal.
- Al poner el limpiaparabrisas a máxima velocidad podemos ver como no puede retirar por completo el agua del cristal.
Las escobillas son fáciles de cambiar. Según el coche suele ser más fácil o algo más tedioso, pero no requiere acudir al taller para nada. Por lo general, la gente suele gastar muy poco en estos elementos pero conviene adquirir calidad al ser un sistema de seguridad de los más básicos y necesarios.
