Pocos conductores se fijan en la enorme cantidad de oferta que existe, cuando se disponen a cambiar los neumáticos. Y no sólo por marcas, que también, sino por compuestos, diseños y tipos, tales como los conocidos neumáticos de invierno, los llamados de verano o aquellos para todas las temporadas o ‘all seasons’.
Elegir un neumático adecuado, debería ser un apartado importantísimo, pero por desgracia no se le presta la atención adecuada y surgen dudas como la que nos ocupa. ¿Son eficaces y tan eficientes como prometen los neumáticos de baja fricción? La respuesta rápida, sencilla y directa, es: si, lo son. Pero seguro que una vez oiste o leiste que estos neumáticos no ofrecían el mismo agarre que los normales y ahí lo dejaste.
Ahí lo dejaste y te olvidaste que las empresas evolucionan sus productos, pudiendo cambiar mucho de un momento a otro, logrando que los neumáticos de baja fricción alcancen los mismos valores de adherencia que los normales. Porque sí, los primeros neumáticos de este tipo ofrecían algo menos de agarre, pero como ocurrió con los primeros DVD, del tamaño de discos de vinilo, todo evoluciona y mejora.
Por tanto, los neumáticos de baja fricción funcionan. De hecho, los fabricantes hablan de una reducción de la resistencia a la rodadura del 10%, logrando consumos y emisiones un 2% más bajos. Parece poco, pero si hacen muchos kilómetros al año, al final la reducción es considerable. Además, hay que tener en cuenta que vencer la resistencia a la rodadura de los neumáticos supone alrededor del 15% de la energía necesaria para mover un coche. A baja velocidad, es decir, principalmente por poblado, es la mayor fuera que el motor ha de vencer junto a la propia masa del vehículo.
Los neumáticos de baja fricción llevan un dibujo especial, estudiado para generar menor resistencia al avance, así como mayor cantidad de un material llamado sílice (óxido de silicio) en los flancos para reducir la deformación de los neumáticos, reduciendo la energía necesaria para moverlos. El agarre de estos neumáticos, en la actualidad, es casi calcado al ofrecido por neumáticos estándar, pero mejorando consumos y emisiones.