Usar el móvil en una gasolinera, ¿es realmente peligroso?

Pongámonos en situación. Llegas a la gasolinera, sales a echar combustible, te llaman al teléfono y ves delante tuya un cartel que dice que está prohibido usar el móvil repostando. ¿Tan peligroso es?

La normativa, según el artículo 115.3 del Real Decreto 1428/2003, dice que hay peligro de deflagración. Se deben apagar luces, radio y teléfono móvil en gasolineras y de no hacerlo, se sancionará con 200 euros con pérdida de tres puntos.

Sin embargo, según afirma la comunidad científica, que de esto sabe un rato, para que se produzca una reacción que acabe en fuego o deflagración (una llamarada de dimensiones respetables) es necesario que una chispa entre en contacto con sustancias inflamables. La gasolina, por ejemplo, se evapora a temperatura ambiente y sí, se escapa de la boca de llenado mientras repostas. Este vapor se mezcla con el aire y se produce una mezcla que puede inflamarse con facilidad.

Visto esto, el teléfono móvil no provoca ningún tipo de chispa y funciona por las mismas ondas que emite cualquier emisora de radio. Es decir, funcionan por ondas de radio que, por si no tenemos conocimientos sobre el tema, no crean ningún tipo de chispa ni afectan a las personas, ni a los animales. No son peligrosas en absoluto. La radicación que emiten los teléfonos móviles tampoco tiene la capacidad de crear una chispa. La posibilidad de provocar una combustión del tipo que sea con nuestro teléfono es ínfima. Próxima a cero. Por lo tanto, usar el teléfono mientras repostamos no entraña ningún peligro, sólo distraer a quien llena de combustible su coche y lo derrame por el suelo.

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Sin embargo, hay una pequeña reacción que sí puede causar un susto y nadie le presta atención. ¿Alguna vez te has llevado un calambre al salir del coche y tocar la carrocería? ¿Si? Eso es por culpa de la electricidad estática que sí produce chispa. Es pequeña, muy pequeña, pero suficiente para darnos un susto. Realmente es muy complicado que ocurra en alguna ocasión algo semejante (muy, muy complicado), pero sus posibilidades son mayores que si comparamos con las que ofrece el teléfono móvil. Se recomienda que antes de abrir la boca del depósito, se toque la carrocería del coche para descargar la electricidad estática que pueda haber.