¿Interesa un sistema 4X4?

Equipar tracción total en nuestro vehículo puede suponer un plus de seguridad. Sobre todo en ciertas situaciones. Muchas personas asocian la tracción a las cuatro ruedas con los tedoterreno y aunque hay cierta lógica en ello, siempre han sido el tipo de coches que lo usaba, no es del todo correcto.

 

Para empezar, un todoterreno tal y como se entiende el concepto, es propulsión. O como se conoce popularmente: tracción trasera. Un todoterreno se convierte en 4×4 accionando un mando que conecta el eje delantero a la transmisión. Hay sistemas automáticos que van cambiando entre la tracción a las cuatro ruedas o la otra disponible, sea delantera o trasera.

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4x4

 

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La tracción total o 4×4, se usa en muchos coches para aportar seguridad y un mejor agarre en carretera. Por ejemplo, Audi lo usa en sus modelos más deportivos como el nuevo Audi RS4 Avant o en el espectacular Audi R8. Es el conocido sistema ‘quattro’ que tanta fama le ha dado al fabricante. La mayoría de los Lamborghini son 4×4 e incluso el famoso Porsche 911 Turbo lleva tracción a las cuatro ruedas.

 

Como se puede comprobar, no son precisamente todoterrenos. El objetivo es básicamente, aumentar el agarre en condiciones de baja adherencia, transmitir mejor la potencia al asfalto y facilitar la conducción en general. Hay distintos tipos de tracción integral, pero todos buscan en mayor o menor medida estos objetivos.

 

Un sistema de tracción a las cuatro ruedas aporta más seguridad a la conducción, principalmente cuanto peores sean las condiciones del asfalto y cuanto más potente sea el motor. Cuando nieva, llueve o tenemos que circular por terrenos no asfaltados, la tracción integral ofrece un plus de agarre que puede salvarnos de algún percance.

 

Tracción integral

 

En modelos con motor poco potente un sistema 4×4 no interesa demasiado. Son coches más pesados que requieren un poco más de potencia para moverse y además, un coche con motor pequeño no suele crear problemas de adherencia a la carretera aunque existan condiciones meteorológicas adversas.

 

Por norma general, siempre han equipado este tipo de transmisión los vehículos todoterreno. Automóviles diseñados para circular por terrenos abruptos que requieren de ese extra de tracción. En los turismos convencionales se popularizó cuando Audi lo empleó en su Audi quattro de rallyes, siendo todo un éxito en competición y en las ventas.