Una de las cosas que peor lleva la gente a la hora de conducir es aparcar, sin importar la forma que se tenga que hacer, aunque la más ‘temida’ por los conductores es en línea. No obstante, hay una de las formas de aparcamiento muy habitual por la cantidad de plazas disponibles y por ser las más comunes en centros comerciales y garajes y que no todo el mundo hace correctamente al 100%: el aparcamiento en batería.
Los aparcamientos en batería son los más numerosos, se usan en cualquier aparcamiento de un supermercado, de hospitales, garajes y parking públicos. Es relativamente fácil realizar la maniobra, sólo tenemos que girar el volante y vigilar que no golpeamos a ninguno de los otro coches que hay en lo lados, pero aunque hacerlo de frente es la manera más cómoda y hasta la más natural, no es la mejor manera de hacerlo.
Si te fijas en todos los aparcamientos en batería, lo más común es hacerlo de frente, más de la mitad de los coches aparcados en un aparcamiento en batería están aparcados así, pero la mejor manera de hacerlo es marcha atrás y vamos a comentar los motivos de esta afirmación.
Aparcar de frente conlleva una pérdida de visibilidad, tanto a la hora de aparcar como de volver a la circulación. Al aparcar, no tenemos una visión completa del hueco disponible hasta que el coche está casi metido por completo y al regresar a la circulación, la visibilidad es casi nula por los coches aparcados a los lados y porque quedamos muy lejos de la salida, lo que convierte la maniobra en algo arriesgado ya que no vemos si se acercan otros vehículos o peatones, con la consiguiente posibilidad de accidente.
Realizar la maniobra marcha atrás puede ser algo más incómoda, pero sus ventajas hacen que dicha incomodidad pase a un segundo plano. Para empezar, tenemos la ocasión de contemplar el hueco en su totalidad, tanto anchura como profundidad y si hay objetos en medio, ¿cuántas veces te has encontrado un carrito en en la plaza de un super y no lo has visto al aparcar hasta que casi lo golpeas? Con esta maniobra lo verás perfectamente antes de iniciar la maniobra. Además, y esto es lo más importante de todo, cuando volvamos a la circulación tendremos una visibilidad casi total y podremos ver si viene cualquier otro vehículo y a los peatones. Vale que en cualquier supermercado sera incomodo llegar al maletero con la compra, pero merece la pena sacrificar eso en favor de una mayor seguridad.
Al aparcamiento marcha atrás se le considera ‘aparcamiento táctico o defensivo’, pues en caso de necesidad, ‘permite huir rápidamente de un lugar’. Esto es así porque subir al coche, arrancar y salir de frente es muchísimo más sencillo y rápido, que subir al coche, arrancar y salir marcha atrás contra el tráfico sin visibilidad ninguna, lo que nos retrasa considerablemente.