¿Te has preguntado alguna vez si realmente el parasol que se pone tras el parabrisas del coche sirve de algo? Siempre, cuando el calor comienza a ser algo habitual, todos los coches de la calle aparecen con un parasol tras el parabrisas. Y si no son todos, al menos casi todos. El objetivo es que el interior del coche no alcance mucha temperatura, pero lo curioso es que sigue habiendo lugares por donde los rayos del sol tienen vía libre para acceder.
Pues la respuesta es sí, funciona y es muy recomendable tener uno en el coche. Un estudio realizado por RACC ha dejado claro que su presencia ayuda a rebajar claramente la temperatura del habitáculo. La prueba se llevó a cabo exponiendo un coche a una temperatura superior a los 25 grados y a unos niveles de radiación similares a los que sufriría en verano, durante 60 minutos. La primera prueba fue sin parasol, la segunda con él instalado.
En la primera prueba el salpicadero alcanzó los 77 grados, una cifra muy, muy alta y suficiente para producir quemaduras. Además, el interior del coche se encontraba a 43 grados. La segunda prueba, con el parasol puesto, el salpicadero no pasó de los 38 grados (casi la mitad de temperatura) y el interior estaba a 32 grados.
Queda claro que poner un parasol en el coche interesa y mucho. Rebaja la temperatura exponencialmente y hace más llevadero entrar en el coche tras estar aparcado largo tiempo al sol.
