La Dirección General de Tráfico siempre está buscando formas de controlar las carreteras, con el objetivo de hacerlas más seguras para todos. Cada día hay más desplazamientos, más coches en carretera y por tanto, más accidentes. La DGT quiere atajar esta situación radicalmente y está poniendo en práctica soluciones como el uso de drones.
Esos drones, aparatos voladores no tripulados de pequeño tamaño, se pueden controlar desde cierta distancia y permite controlar mucho tramo de carretera con un gasto mínimo, especialmente útil en dispositivos especiales como vacaciones, puentes o eventos con mucha afluencia por poner algunos ejemplos. Tienen una autonomía de unos 20 minutos y pueden alcanzar alturas de hasta 120 metros, equipados con una cámara que puede hacer ‘zoom’ hasta dos kilómetros de distancia. Así se puede controlar un área de 500 metros con un solo aparato.
Por el momento, los drones no multan y realizan funciones de vigilancia y captación de imágenes en tiempo real. Equipan todo lo necesario para tomar pruebas que sirvan para denunciar, pero no se están empleando y se emplean para realizar ensayos que permitan configurar y gestionar bien el nuevo equipo.
Actualmente, la Dirección General de Tráfico tiene un total de ocho drones activos, y ha formado a un grupo de 30 pilotos de drones. Poco a poco, según necesidades y circunstancias, se irán ampliando el número tanto de drones como de pilotos.
