Neumáticos, ¿cuál es su profundidad y cómo se revisa?

Los neumáticos son la única parte del coche que está en contacto con el suelo. Su estado, ya sea desgaste, presión e incluso el equilibrado, influyen en el funcionamiento de la suspensión, de la dirección y más importante si cabe, de los frenos. Aun así, lo normal entre los conductores es ir a lo más barato que puedan encontrar, sin tener en cuenta nada más. No se preocupan de la calidad, ni fecha de fabricación, ni los niveles de agarre o durabilidad que puedan tener… sólo es cuestión de precio.

 

Siempre se dice que los neumáticos son caros, pero nunca se tiene en cuenta la inversión en I+D realizada para que todos podamos contar con buen material ni tampoco que se trata de un consumible que puede durar años. Pero hay algo que todavía es peor y pocos conductores le prestan atención y es el estado y desgaste de los mismos. Un neumático en mal estado supone una pérdida masiva de agarra al asfalto, siendo motivo para que no funcionen correctamente, como ya se ha dicho: frenos, suspensión y dirección. Además, se puede llegar a perder el control del coche y eso sin contar días de lluvia, cuando puede llegar a ser extremadamente peligroso.

 

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Los neumáticos salen de fábrica con cerca de 8 milímetros de profundidad de dibujo. Un dibujo que está diseñado para evacuar el agua y permitir que los tacos, por así decirlo, apoyen sobre suelo seco. Según sea usa el coche a lo largo de los días, esos tacos y ese dibujo va perdiendo profundidad porque se desgasta la goma que los compone y al mismo tiempo, se reducen las capacidades del neumático. El mínimo por ley es de 1,6 milímetros, menos de esa profundidad es motivo de multa, pero más allá de eso, es motivo de accidente.

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Para comprobar su profundidad, los neumáticos cuenta con unas marcas, los llamados ‘avisadores’, que indican cual es el desgaste máximo y hasta donde es seguro usar esa cubierta. Otro método es emplear un medidor de profundidad, que se pueden comprar en casi cualquier sitio por un precio irrisorio (hay talleres que hasta los regalan) o bien, podemos usar una forma de ‘andar por casa’.

 

Cogiendo una moneda de un euro, la introducimos en los surcos de la banda de rodadura (foto de arriba). Si la zona dorada queda oculta, están en valores legales y principalmente, en valores seguros. Si por el contrario dicha zona queda al descubierto, aunque sea un poco, es hora de cambiar ruedas. Y no debería ser un cambio para evitar multas, sino para evitar accidentes.