No podemos obviar el desconocimiento que tienen muchos conductores sobre la importancia de mantener las ruedas del coche en buen estado; se estira en demasía la sustitución, no se presta atención a los posibles roces o daños que puedan sufrir y, además, se olvida por completo la revisión de la presión de las ruedas.
Puede parecer un tema baladí, pero la presión de las ruedas es sumamente importante para su buen funcionamiento durante la marcha. Unas ruedas con presión inadecuada puede suponer menos agarre, tanto en seco como en mojado, más consumo de combustible, mayor desgaste y por tanto, menor duración y, súper importante, peor frenada. Debemos tener en cuenta que los neumáticos son la única parte del coche que toca el suelo y deben estar en perfecto estado si no queremos tener un susto desagradable.
Medir la presión de las ruedas es tremendamente fácil y no hace falta conocimientos técnicos de ningún tipo. Simplemente, hay que conectar la manguera de la herramienta en la válvula que incorpora la rueda y fijarnos que indica el medidor. Ni siquiera hace falta entender que significa el numerito, con poner lo que indica el fabricante es suficiente. Y para ello, tenemos un cartel en el zócalo de la puerta de conductor o en la tapa del depósito de combustible donde marca las presiones. ¿Que pone 2,4? Pulsaremos el botón + o el botón menos según necesidades. Ojo, cada eje tiene su propia presión.
En todas las estaciones de servicio hay una máquina para comprobar y ajustar la presión de las ruedas. No son 1005 fiables, pero sirven para llevar un control sobre la presión. Muchos coches modernos cuentan con un sistema que controla dicha presión y si no está como debe, avisa mediante un indicador en el cuadro de instrumentos. Es un poco farragoso ya que requiere de reseteo cada vez que revisemos la presión de las ruedas, pero ayuda a controlar este apartado. También podemos acudir a nuestro taller de confianza, donde nos pondrán la presión de las ruedas que corresponda. Cierto es que muchos ponen algo más de presión de la indicada, algo totalmente erróneo pues los neumáticos no trabajarán como deben. Siempre hay que ajustar el aire de los neumáticos a los datos del fabricante.
Hay personas, pocas, que llevan este apartado a rajatabla y adquieren un manómetro en tiendas especializadas. Por unos 20 euros es posible conseguir un manómetro de calidad, pero es una acción que sólo un puñado de conductores realiza aunque es mucho más fiable que una máquina de gasolinera.