La proliferación de los motores turbo ha sacado a la luz ciertos elementos que están en boca de todos por pequeños detalles. Desde que los turbodiésel se popularizaron y comenzaron a dominar el mercado, ciertas averías que antes no había se hicieron más conocidas, sobre todo las que tienen que ver con el sistema de sobrealimentación.
Seguro que has escuchado alguna vez la palabra ‘caudalímetro’, y seguro que ha sido haciendo referencia a una avería de un motor diésel. ¿Qué es el caudalímetro? ¿qué funciones realiza? El caudalímetro, dicho de forma que todos lo entiendan, es una pieza con un sensor que se coloca en la admisión, en el recorrido que hace el aire desde el exterior hasta el interior del motor, para medir la cantidad de ese aire que entra en el motor. sus mediciones las emplean el sistema de inyección y la válvula EGR para adaptar su funcionamiento según las necesidades.
El caudalímetro es un elemento sumamente eficiente y muy, muy fiable. La gran mayoría de veces que se habla de un fallo del caudalímetro, en realidad se trata de un fallo en otro elemento. Hay muchas cosas que pueden alterar la medición que hace el caudalímetro, como una simple abrazadera floja o incluso un mal funcionamiento de la válvula EGR.
Normalmente, una avería en el caudalímetro suele estar referenciada en el ordenador del coche como ‘no hay comunicación con este sensor’. Cuando la avería menciona que no se está midiendo bien el aire que entra el motor, la avería es otra. Esto lo puede saber un mecánico al conectar el OBD a la centralita.
