Estamos llegando a la época de frío. Ya tenemos fuera los abrigos y la manga larga, sumándole además la ropa de invierno para la cama, donde el edredón cobra una importancia máxima así como los pijamas largos y tupidos. Se acerca el invierno, toca prevenir y prepararnos. Pero no sólo en cuanto a ropa y abrigo, también en lo relativo al coche.
Algo que nos ocurre todos los años. Salimos por la mañana camino del trabajo y nos encontramos el coche completamente helado, cubierto por una fina pero resistente, capa de hielo. Un suceso totalmente indiferente si no fuera porque el parabrisas, se ha convertido en un elemento blanco y completamente opaco. No se ve nada a través de él. Todos llevamos en el coche la típica rasqueta con la que retiramos el hielo, aunque no siempre sale por completo y recorremos cierta distancia con una visión reducida.
Lo mejor en estos casos es prevenir, imitar al vecino y colocar un cartón en el parabrisas por la noche. Un engorro que suele funcionar, pero el problema es ¿que hacemos después con el cartón? Está empapado y nos deja el maletero del revés. Es rápido y eficaz, cierto, pero al final tampoco es una solución muy cómoda.
De todas formas y aunque eficaz, todos sabemos que siempre resulta un poco molesto tener que quitarlo, guardar lo que hayamos colocado en el parabrisas y luego salir hacia trabajar. Así que vamos a darte unos consejos para que no tengas necesidad, de usar algo tan poco glamuroso y tan incordio.
Los primero que debemos hacer es olvidarnos del agua caliente, a no ser que quieras que tu parabrisas luzca una bonita raja que te obligará a cambiarlo. El cambio brusco de temperatura hará que el cristal se dilate demasiado rápido y rompa. Por tanto, agua caliente descartada.
Hay muchas personas que usan alcohol para quitar el hielo, pero sólo funcionará si la capa de hielo es delgada. En grandes ciudades, con edificios alrededor y muchos vehículos circulando, la temperatura no sube tanto como para que se forme una capa de hielo muy gruesa. Puede que el alcohol funcione en esos casos, pero si tienes tu hogar en plena sierra, a una altura considerable respecto al nivel del mar, la cosa cambia.
Lo mejor y más eficaz, además de sencillo de usar, es el anticongelante. En grandes superficies venden productos para quitar el hielo del parabrisas que son básicamente un producto anticongelante. Sólo hay que rociarlo y ponerlo en el vaso del líquido limpiaparabrisas y solucionado. Nosotros te aconsejamos que lo metas en las típicas pistolas como las que traen los limpiacristales. Así podrás rociarlo sobre el parabrisas y que haga su efecto en lo que te colocas en el asiento, arrancas el motor y te pones el cinturón.
No obstante, el mismo anticongelante que usamos para el motor, es perfectamente válido para el parabrisas. Sólo debemos mezclarlo con agua (una quinta parte de anticongelante suele ser suficiente) y lo guardamos en el maletero o bien, bajo el asiento del copiloto o en la guantera. Siempre dependiendo del tamaño de la pistola rociadora.
Con este truco, os aseguramos que el hielo se quitara como si fuera simple agua al dar a los limpiaparabrisas. Ni siquiera hará falta rasqueta, aunque por si acaso, que nunca se sabe, guarda una en los huecos de las puertas. También puedes usarlo en los faros para que ofrezcan todo su poder de iluminación.