¿Qué es y para qué sirve la válvula EGR?

El próximo día 20 de mayo se pone en marcha la ‘nueva ITV’. Ahora, la Inspección Técnica de Vehículos será mucho más rigurosa, más larga y evidentemente, más cara. Además, uno de los apartados que más atención acaparará serán las emisiones. Gracias a unas nuevas herramientas, se podrán controlar incluso las emisiones de NOx.

 

Todo esto quiere decir, que será más complicado manipular cosas como la válvula EGR. Un sistema para el control de las emisiones que los automóviles llevan instalado desde hace más de una década. Es posible que te suene su nombre, muchas veces nombrado simplemente como ‘EGR’, pero también es posible que no sepas de qué se trata ni de cuál es su función. Algo que, a partir de ya mismo, deberías tener muy en cuenta pues la modificación de este dispositivo, será desde el próximo día 20 de mayo, una falta grave al pasar la ITV.

 

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La válvula EGR es, como su propio nombre indica, una válvula, que se encarga de gestionar el paso de gases de escape. Según las condiciones de circulación o las mediciones de los diferentes sensores, esta válvula abre una desviación en el escape, para que los gases quemados regresen de nuevo al motor para volverse a quemar. Estos gases, los humos que salen por escape, para que se entienda mejor, se mezclan con el aire que entra del exterior y que posteriormente entra en el motor. Así se logra rebajar no sólo las emisiones de NOx, sino también el consumo.

 

Por norma general, supone el 15% de las averías en vehículos en garantía. Son averías que suelen ser provocadas por la acumulación de carbonilla en los motores diésel, que se usan principalmente por ciudad y a bajas revoluciones. Esto hace necesario su desmontaje para limpiar esa carbonilla, aunque también puede darse el caso de ser necesaria la sustitución.

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Sin embargo, es muy sencillo evitar esta acumulación de carbonilla. Basta con circular cada cierto tiempo, con el motor revolucionado durante unos minutos. Por ejemplo, podemos salir a autopista y recorrer varios kilómetros a unos 110 o 120 km/h en una marcha más baja de lo habitual. Es decir, si nuestro coche dispone de cinco relaciones, lo haremos en cuarta.

 

Por otro lado, si usamos el vehículo habitualmente por autopistas y autovías, no será necesario pues por lo general, en estos desplazamientos el motor funciona a revoluciones elevadas y con una presión alta, que permite la ‘autolimpieza’.