Cómo frenar con seguridad

A nadie se le escapa que cuando conducimos un vehículo, nos exponemos a multitud de factores que requieren una serie de acciones para poder solventarlos con garantías. Conducir sobre suelo mojado, lleno de hojas de los árboles en pleno otoño, nieve, atascos… al final siempre podemos vernos en algún incidente que requiera de cierta capacidad de reacción y además, saber cómo reaccionar.

 

Una de las situaciones que desde fuera parece de lo más sencillo es una frenada de emergencia o cualquier situación que nos conlleve frenar a fondo, o casi. Hay muchas cosas que influyen en la situación y que deben ser tenidas en cuenta para que frenar por alguna emergencia no sea más un problema que la solución. Así que te vamos a dar una serie de consejos para que seamos capaces de aprovechar al máximo la capacidad de deceleración del vehículo sin mayores problemas.

 

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  • Conocer las distancias. Siempre es importante mantener una distancia de seguridad mínima con el coche que nos precede, para que en caso de necesidad podamos detener el coche. Una fórmula para conocer tu distancia de frenado en circunstancias normales, es calcular el cuadrado de la primera cifra de la velocidad a la que circulas. Si, parece complicado así de primeras pero por ejemplo, a 50 km/h recorrerás 25 metros (5×5) y a 90 km/h recorrerás 81 metros (9×9)

 

  • Frenar en recto. Siempre se ha de frenar en línea recta, para que las dos ruedas de cada eje soporten las mismas fuerzas, aunque el tren delantero aguanta una mayor fuerza de frenado por las inercias provocadas. Además, podemos desestabilizar el coche si intentamos girar.

 

  • Frenadas repentinas. Si nos vemos en la situación que exija frenar rápidamente, lo ideal es aplicar la máxima presión posible sobre el pedal del freno. No modular la intensidad ni levantes el pie del freno al sentir las pulsaciones provocadas por el funcionamiento del ABS; este sistema se encargará de conseguir la máxima efectividad sin que importe las capacidades del conductor, siempre que se mantenga la presión sobre el pedal.

 

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  • Frenadas bruscas. En un atasco, no sería extraño tener que frenar bruscamente y de sorpresa. Por eso, la distancia de seguridad es vital y además, debemos frenar lo máximo posible dejando cierto espacio de seguridad con el coche de delante. Vigila los espejos por si el coche que viene por detrás no ha detectado lo que ocurre. Si ves que viene muy rápido y que no parece frenar aprovecha esa distancia de seguridad extra para acercarte al vehículo de delante y si ves que no frena escapa, si puedes, mejor por la derecha ya que hacia la izquierda puedes encontrarte con coches que vienen muy rápido (recuerda que se debe circular siempre por la derecha). Aprovecha sin dudarlo el arcén si es necesario.

 

  • Frenada de emergencia. Puede parecer que muchas de las anteriores son frenadas de emergencia y básicamente, lo son, pero no siempre se requiere detener el coche por completo por ejemplo. En este caso, nos ponemos en el peor de los casos y lo más conveniente y la acción que debemos realizar es pisar a fondo el freno y el embrague para evitar calar el motor y para que el cambio no interfiera negativamente en la operación. No muevas el volante, frena completamente recto y deja que actúe el ABS y no quites el pie del freno.

 

  • Frenada en curva. Ya lo sabéis, seguro que lo habéis oído mil veces, no se debe frenar en curva nunca y lo mejor es adecuar la velocidad antes de comenzar a trazar la misma pero, si es necesario frenar, lo puedes hacer con suavidad. Si hundes completamente el pedal del freno, el coche podrá sufrir un subviraje y perderás el control.

 

  • Obstáculo en la carretera. La reacción más normal entre todos los conductores es esquivar cualquier objeto que haya en la carretera, pero se trata de una reacción peligrosa. Es muy importante perder velocidad antes de hacer el mínimo movimiento con el volante. Si esquivamos sin frenar antes, desestabilizamos el coche por la llamada ‘transferencia de masas’ y podría provocar un derrapaje o un vuelco.

 

Importante, vital, básico en la conducción de cualquier vehículo es mirar por donde se quiere ir y además, lejos, visualizando el camino. Eso te permite saber en todo momento lo que ocurre por delante y reacción a tiempo. Además, si tienes que detenerte por una emergencia, alla donde mires irá el coche así que fíjate bien en donde quieres detenerte.