Líquido refrigerante o anticongelante. ¿Qué es?

Se acerca el invierno, las temperaturas bajan y los abrigos comienzan a salir de los armarios. Una situación típica y común, que busca combatir el frío que nos irá visitando estos días. Pero, mientras nos acordamos de nosotros, nos olvidamos de otras cosas que podrían salirnos caras, como el coche. ¿A que no habéis revisado el refrigerante? 

 

El líquido refrigerante o anticongelante (es lo mismo, se llama de las dos formas), es un producto que se emplea para controlar la temperatura del motor. Al mismo tiempo, está diseñado y fabricado para soportar temperaturas extremadamente bajas sin congelarse, de ahí su nombre que, no obstante, viene de los antiguos productos que se añadían al agua que se usaba para enfriar los motores. Actualmente se recomienda no diluir el líquido en agua. 

 

vender mi coche en yamovil

Hasta hace no mucho, se empleaba solamente agua, a la cual, se añadían algunos productos y aditivos para evitar que se congelara y provocara corrosión en el motor. Si el agua se congela, el motor puede partir. Y no es una forma de hablar, el agua al congelarse aumenta su volumen y el espacio disponible en el motor no permite ese aumento, así que rompe las paredes del motor para lograr más sitio. La corrosión es más lenta, pero igual de catastrófica para el motor. 

 

Con el líquido refrigerante estas cosas no ocurren. Para empezar, y siempre según el líquido, no se congela hasta que llega a los -32 grados. En España eso es imposible y por tanto, más que suficiente para nuestro motor. Además, no contiene agua, sino productos especialmente diseñados para que no provoque corrosión en los metales, pero cuente con un comportamiento similar al agua en cuanto a gestión de las temperaturas. 

vender mi coche en yamovil

 

Por tanto, ahora que se acerca el frío pero todavía no es excesivo, es el momento ideal para revisar el líquido y proceder a su cambio si es necesario. Se debe cambiar cada dos años o cada 40.000 kilómetros y sus precios van desde los tres hasta los 20 euros la garrafa de cinco litros (es posible encontrarlas más caras). Un gasto que, como se puede ver, no es precisamente elevado, sino totalmente asumible.