¿Por qué no circular con el depósito en reserva?

¿Quién no ha exprimido a fondo el depósito de gasolina del coche? No resulta nada extraño circular con el depósito en reserva hasta que no queda ni una gota de combustible, o casi. Todos aprovechamos las cosas hasta las últimas consecuencias pero, seguro que alguna vez lo has oído, no se debe circular con el depósito en reserva.

 

Cuando hablamos de temas mecánicos, todo, absolutamente todo, tiene un motivo. En el apartado de diseño es posible encontrar cosas, simplemente porque al responsable de diseñarlo le pareció bonito. Pero mecánicamente todo tiene un porqué. Ese motivo es el que desaconseja precisamente, circular con el depósito en las últimas.

 

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El tanque de combustible está en la parte trasera del coche, mientras que el motor se encuentra justo al lado contrario, delante. Esto es por norma general, pero también existen coches con todo cambiado (depósito delante y motor atrás) o con las cosas juntas, aunque el 95% de los coches son como lo describimos al comienzo del párrafo. No obstante, en todos los casos, resulta evidente que hay que llevar el combustible desde el depósito hasta el motor de alguna manera y es aquí, donde encontramos los motivos para evitar la reserva.

 

Depósito en reserva

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Una bomba eléctrica es la que se encarga de, cuando ponemos el contacto, enviar combustible al motor. El combustible circula por un circuito donde hay instalados al menos dos filtros para impurezas. La bomba, que trabaja a presión, requiere de una refrigeración para no averiarse y no debe funcionar ‘en vacío’, es decir, sin combustible, ya que sufriría una avería. Los filtros por su parte se obstruyen y por ende, no permiten que el combustible circule correctamente.

 

Cuando llegamos a la reserva de nuestro depósito, nos quedan aproximadamente y siempre según marca y modelo de coche, entre cuatro y seis litros de combustible. Una cantidad pensada para permitir llegas hasta una gasolinera y poco más, ya que la bomba necesita realizar un trabajo extra para enviar combustible al motor y además, no se refrigera correctamente pudiendo averiarse, pues el combustible hace las veces de refrigerante al pasar por ella.

 

Por otro lado, el combustible siempre lleva algún tipo de impurezas que terminan por asentarse en el fondo del tanque. Circular en reserva provoca que esas impurezas se levanten y pasen al circuito pudiendo obturar los filtros (el menor de los problemas, pues para eso están) o bien, podrían llegar al motor y provocar alguna avería o desgastar algunos componentes en exceso.

 

Es cierto que los fabricantes tienen esto en mente al diseñar el coche y todo está calculado, pero si somos de esos conductores que apuran el depósito al máximo constantemente, puede terminar saliendo caro (una bomba de combustible puede llegar a costar 300 euros, a lo que debemos sumar la mano de obra).