Todos parecen estar de acuerdo en que la electricidad es el futuro del automóvil. Los fabricantes están invirtiendo muchos dividendos en desarrollar tecnología que permitan explotar las ventajas de la electricidad, mientras que las diferentes administraciones potencian el empleo de estos coches cada día más.
El problema principal de los coches con motor eléctrico viene de la mano de las baterías y, por otro lado, de la infraestructura para cargarlos. La electricidad es un tema sobradamente dominado y cualquier ingeniero podría extraer un potencial increíble si tuviera una fuente de energía fiable. Por eso, hoy día la electricidad se está reservando principalmente para la hibridación.
Los coches híbridos son muy populares actualmente. Es fácil verlos por las carreteras aumentando el número cada día que pasa. Por ahora, es Toyota quien domina el mercado, pues no sólo fue quien comenzó con esto allá por 1996, sino que además es el fabricante con más experiencia con esta tecnología. Sólo hay que ver su gama de modelos híbridos para saber que no será fácil derrotarlos.
No obstante, el resto de fabricantes ya se ha puesto las pilas y han comenzado a sacar modelos de todo tipo; hasta marcas como Hyundai o KIA, que llegaron a España como fabricantes de coches ‘low cost’ tienen su correspondiente modelo híbrido. Y según parece, o así lo dicen los medios especializados, es una de las mejores opciones en el mercado. El objetivo que se han puesto entre los fabricantes y las administraciones, es que los híbridos ocupen el lugar de los diésel, que por primera vez en décadas, han bajado por debajo del 50% de cuota del mercado.
Fabricantes como Lexus ya han dado la espalda a los diésel y llevan varios años sin ofrecer una mecánica de ese estilo en su catálogo. Pero por el contrario, toda su gama cuenta con una variante híbrida. Volvo, por poner otro ejemplo, va todavía más allá afirmando que no venderá ningún coche con motor convencional a partir de 2019. La marca sueca se ha propuesto que todos sus coches sean híbridos y eléctricos. Es el futuro más cercano, antes de que desaparezcan los propulsores por combustible fósil, un objetivo que en Francia quieren ver cumplido antes de 2040.
Los coches híbridos son interesantes, aunque aún haya quien siente cierta reticencia respecto a ellos. Ofrecen un ahorro descarado circulando por el centro de las ciudades y un extra de empuje cuando queremos realizar cualquier otro desplazamiento. No se ven afectados por los cortes de circulación en las grandes ciudades, tienen ventajas fiscales y además, tienen favoritismos a la hora de aparcar en zona azul.
Acciones que parecen funcionar, espoleadas además por el escándalo que provocó Volkswagen con la manipulación de sus motores diésel. Pero independientemente de esto y volviendo al tema de su éxito, podemos comentar que durante el primer trimestre de 2017 las ventas de híbridos han subido un 99,3% hasta alcanzar las 12.723 unidades matriculadas. Sólo en el pasado mes de marzo se matricularon 4.500 coches híbridos (un crecimiento del 107%)
