Si hay una cosa que afea la carrocería, incluso haciendo lavado bien todos sus rincones, son los pequeños arañazos que puede recibir por el simple hecho de estar aparcado en la calle. Muchas veces resultan un incordio y si estamos pensando en vender el coche, serán uno de los puntos donde el posible comprador fije su mirada y lo que es peor, los usará para regatearnos el precio.
Es más que lógico pensar que esos arañazos que antes no nos importaban o nos importaban poco, ahora resultan un problema que había que solucionar. Ya no por imagen, que también, sino por hacer que el valor del coche se eleve ligeramente y evitamos ofrecer al interesado en el coche, un punto sobre el que negociar. Hay muchas cosas que podemos hacer para quitar esos arañazos, ya hemos visto algunas aquí en Más por tu coche, pero os traemos otro truco que puede ayudar a reparar otros arañazos para que la carrocería no tenga ese aspecto descuidado.