Qué contentos salimos todos de la autoescuela con el carnet recien sacado, cuánto tiempo nos tiramos haciéndolo todo a rajatabla y qué rápido empezamos a coger vicios. Es algo común a cualquier conductor, pero algunos de estos vicios pueden acarrearnos costes que no estaban programados y que se podían haber evitado y uno de los más comunes es un desgaste prematuro e irregular del embrague.
Cambiar un embrague no es una operación precisamente barata, nos puede salir muy caro y aunque es un componente de desgaste, si no lo usamos correctamente podemos tener que soltar un dinero que no esperábamos antes de tiempo. Por eso, vamos a enumerar tres cosas que no debes hacer con el embrague para evitar posibles averías.