Llevamos ya bastante tiempo viendo todo tipo de noticias sobre los motores diésel. Muchas de esas noticias llevan al error y al alarmismo, provocando una sensación general de no saber qué pasará en un futuro.
Por un lado, se ha hablado de la prohibición de los motores diésel, algo que es totalmente ilegal y que no se puede hacer. Es lo que más dudas está creando y además, también es el mayor escollo a la hora de comprar un nuevo coche. También se ha dicho que los motores diésel tienen restricciones a la circulación, una afirmación cierta en parte, ya que se olvidan de decir que los motores de gasolina también tienen restricciones.
Siendo muy concretos, los motores diésel seguirán en el mercado muchos años y nadie podrá prohibir su circulación. Los motores diésel tampoco tienen restricciones específicas, más allá de las que obligue la Dirección General de Tráfico en base a las etiquetas que se crearon para este menester. Etiquetas que afectan a motores de gasolina, a híbridos, a motores a gas y a motores eléctricos por igual.
Por tanto, los coches con motor diésel podrán circular siempre que cumplan con las obligaciones, que también tienen que cumplir los demás vehículos. Es decir, debe tener la ITV en vigor, una póliza de seguros, haber pagado el conocido como impuesto de circulación (en realidad es el impuesto a vehículos de tracción mecánica) y, aunque parezca obvio, que su conductor cuente con el permiso de conducir en vigor.
Si es posible, además de todo lo comentado, que en determinadas ciudades como Barcelona o Madrid, no se pueda circular con ciertos vehículos, ya sean gasolina o diésel. Serían sólo los coches que no tienen distintivo ambiental o, en casos de mucha concentración de contaminación, aquellos que no sean etiqueta ECO o CERO. No obstante, este último caso está regulado (y es complicado que ocurra) y siempre se informa con antelación sobre los cortes de circulación.