Se ha extendido entre los conductores españoles, una sensación poco agradable respecto a la Dirección General de Tráfico y sus diferentes estrategias para reducir la siniestralidad en carretera. Por lo general todo el mundo afirma que existe un afán recaudatorio en la colocación de los radares, cuando en el fondo, deberían trabajar más en el mantenimiento de la red vial española.
Como decíamos, es una sensación muy extendida que se puede apreciar en las diferentes redes sociales y en los múltiples foros que existen por internet. Quien esto piensa, afirma que la continúa instalación de radares sólo busca recaudar y no prevenir, basándose en las cifras de fallecidos de los últimos meses, con un pequeño aumento.