Resumen
- 1 ¿Qué hacer si se rompe la luna de mi coche de ocasión?
- 2 Analizamos los peligros de ir con la luna rota
- 3 ¿Cómo dar parte al seguro?
- 4 ¿Puedo reparar yo mismo la luna del coche?
- 5 ¿Cuánto cuesta cambiar la luna del coche de ocasión?
- 6 Yamovil: coches de segunda mano perfectamente revisados para evitar sorpresas
Imagina que vas conduciendo tranquilo por la carretera y, de repente, escuchas un golpe seco: ¡crack! Una piedrecilla acaba de impactar contra la luna de tu coche de segunda mano.
Tener la luna del coche en perfecto estado no es un capricho, es una cuestión de seguridad y sentido común. Por eso, en estas situaciones, es normal que nos surjan muchas dudas.
¿Podemos repararla o hay que cambiarla entera? ¿Lo cubre el seguro? ¿Cuánto nos va a costar la broma?
A continuación, en este post de Yamovil te explicamos qué hacer en estos casos, cuándo merece la pena reparar en lugar de sustituir y qué debemos tener en cuenta para que el arreglo no nos salga más caro de lo necesario.

¿Qué hacer si se rompe la luna de mi coche de ocasión?
La mayoría de las veces, la rotura de la luna de un coche, ya sea un SUV, una berlina, un monovolumen o cualquier otra carrocería está causada por un impacto pequeño: una piedrecita que se desprende de otro vehículo o de la propia carretera. Aun así, si no se trata a tiempo, ese pequeño impacto puede convertirse en una grieta peligrosa.
Lo primero que debemos hacer es evaluar el tamaño y la localización del daño. Si el impacto es menor que una moneda de dos euros, generalmente puede repararse. No obstante, si la grieta está en el campo de visión del conductor o en los bordes del parabrisas, lo más recomendable (y, de hecho, obligatorio por seguridad) es sustituirlo entero.
Si la rotura es total, por ejemplo, tras un golpe fuerte o un acto vandálico, es conveniente detener el vehículo de forma segura y no seguir conduciendo, especialmente si la visibilidad está comprometida. Enciende las luces de emergencia, para estar en un lugar seguro y evita cualquier maniobra brusca.
Después de evaluar la situación, conviene cubrir la zona dañada para evitar que entren agua o suciedad. Por ejemplo, con un plástico. Si sospechamos que el daño se debe a un robo o intento de robo, debemos llamar a las autoridades y no tocar nada para no comprometer las pruebas.
Finalmente, ponte en contacto con tu seguro y busca un taller especializado. No dejes pasar los días, ya que incluso un pequeño impacto puede terminar convirtiéndose en una grieta imparable.

Analizamos los peligros de ir con la luna rota
Incluso aunque pensemos que no resulta demasiado molesto, no es conveniente conducir con la luna rota, ya que esto implica graves riesgos:
- Pérdida de resistencia estructural: el parabrisas forma parte de la estructura del coche. Si está dañado, no soporta igual un impacto o un vuelco.
- Menor protección en accidentes: en caso de colisión, la eficacia de los elementos de seguridad como el airbag puede verse comprometida. El airbag del copiloto se apoya en la luna. Si falla, puede desprenderse.
- Visibilidad reducida: las grietas y los astillamientos desvían la luz, creando reflejos molestos y llegando a cegarnos momentáneamente, sobre todo de noche o con lluvia.
- Mayor riesgo de que la rotura empeore: las vibraciones, los cambios de temperatura y los baches pueden hacer que una pequeña grieta se extienda rápidamente.
- Posibles sanciones: circular con la luna rota puede suponer una multa de hasta 200€.
- Problemas con el seguro: si se demuestra que ha habido falta de mantenimiento, la aseguradora podría no cubrir ciertos daños.

¿Cómo dar parte al seguro?
En España, la mayoría de las pólizas de coche de ocasión incluyen cobertura de lunas, pero es fundamental saber cómo dar parte correctamente para no encontrarnos sorpresas desagradables.
- Prepara toda la información necesaria: ¿Cuándo y dónde se produjo el impacto? ¿Fue mientras conducíamos o mientras el coche estaba aparcado? ¿Hay testigos o fotos del daño? Cuanta más información demos, más ágil será el trámite.
- Ponte en contacto con tu compañía de seguros: la mayoría de las aseguradoras ofrecen atención 24 horas y permiten dar el parte en cuestión de minutos. Nos pedirán imágenes del parabrisas dañado y, en algunos casos, enviarán un perito para comprobar la magnitud del daño.
- Si tenemos taller concertado: la aseguradora se encargará de la gestión directa y de pagar la factura (salvo franquicia, si la hubiera). Si preferimos taller libre, debemos asegurarnos de que acepten la cobertura y nos faciliten la documentación para reclamar el reembolso.

¿Puedo reparar yo mismo la luna del coche?
Para impactos muy pequeños, del tamaño de una moneda de un céntimo, existen kits de reparación que podemos comprar online o en tiendas especializadas. Suelen incluir una resina especial, una jeringa para aplicar presión y una lámina de curado.
Eso sí, hay que tener en cuenta que si no se limpia bien la zona afectada o no se aplica la presión correcta para eliminar la humedad y el aire, la reparación no tendrá la misma eficacia que una profesional. Además, un mal sellado puede provocar que las grietas se hagan más grandes con los cambios de temperatura.
Un taller especializado dispone de herramientas que permiten hacer vacío en el área dañada, aplicar la resina en profundidad y curarla con luz ultravioleta para lograr un acabado casi imperceptible. Además, suelen ofrecer garantía del trabajo realizado.
En definitiva, si se trata de una urgencia y el impacto es mínimo, un kit puede sacarnos del apuro. Pero si queremos estar tranquilos, lo mejor es acudir a un profesional.

¿Cuánto cuesta cambiar la luna del coche de ocasión?
El precio de cambiar una luna de coche depende de varios factores:
- Tipo de vehículo: una luna de un coche compacto no cuesta lo mismo que el de un SUV premium con sensores y cámaras integradas.
- Tipo de luna: no es lo mismo la luna delantera (parabrisas) que una lateral o la trasera.
- Grado de complejidad: algunas lunas incorporan sistemas ADAS (sensores de lluvia, cámaras de asistencia a la conducción) que pueden aumentar el coste.
Para que te hagas una idea, sustituir una luna entera puede costar entre 200 € y 500 € en coches estándar. Si hablamos de modelos de gama alta o de sensores avanzados, el precio puede superar fácilmente los 800 €.
En cambio, una reparación de impacto suele rondar entre los 60 € y los 120 €. Por eso, insistimos tanto en actuar rápido: un impacto pequeño se repara por poco dinero, pero si lo dejamos pasar, el coste puede multiplicarse por diez.
Si contamos con un seguro con cobertura de lunas, lo normal es que el cambio o la reparación estén incluidos sin coste adicional, pero es importante revisar bien nuestra póliza para confirmarlo.

Yamovil: coches de segunda mano perfectamente revisados para evitar sorpresas
¿De qué sirve comprar un coche de segunda mano a buen precio si después vamos a gastar un dineral en arreglos inesperados? En Yamovil no solo ofrecemos una amplia selección de coches de segunda mano de todas las marcas y modelos imaginables.
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Fuentes: